lunes, 22 de marzo de 2010

…De día o de noche esta ciudad me parece lo mismo: calles extrañas, nombres inciertos y laberintos sin salida. No puedo salir de esta habitación, me da miedo, sabes. Se que me perdería y no sabría volver a este lugar, pasaría mucho tiempo perdido en alguna calle. Comenzaría por olvidar lo poco y nada que está en mi memoria, luego me volvería un cuerpo envejecido de pasos lentos con su cabello blanco, caminaría tan lento que el frió de la ciudad comenzaría a tragarme, no podré ni siquiera saludar a algún extraño de paso porque mis brazos estarán temblando siempre por el frió de la ciudad. No podré volver a besar a ninguna otra persona porque mis labios envejecidos estarán carcomidos por el frió de la ciudad. Cuando ya nisiquera tenga fuerzas para seguir moviéndome me quedare ahí…en alguna esquina húmeda, con color de mi orina en mis pantalones, con el cabello entre mis manos, mirando de un lado a otro, recordando la calle exacta para poder regresar. Pero si volviera no podría hablar contigo, me parecerías un extraño, algún desconocido que se a dueño de esta habitación y que se viste con tu ropa. No podría hablar contigo me darás miedo. Y tu siempre buscándome con tus manos o con tu boca intentando contarme historias, pero yo no podría agradecerte nada porque se que no voy recordarte, me pedirás que te cuente que ha pasado conmigo porque estuve ausente tanto tiempo y yo te mirare triste y te diré…lo siento, no te recuerdo, lo siento ya nisiquiera recuerdo mi propio nombre. Debería marcharse no lo conozco.

Te pondrás a llorar yo me alejare porque no sabré consolarte. Nadie consuela a extraños… lo vez, no quiero salir de esta habitación pero solo me queda esto… un cuarto húmedo, un libro de paginas sueltas y nosotros…nosotros. ¡No lo tolero!

¿Cuando comenzó todo esto?


Fragmento de territorial.

No hay comentarios: