Ana.- Y si salgo a la calle y comienzo a follar con todo el mundo, con los hombres, con los animales, con las mujeres, con el cura que sale en la televisión diciendo “pan en tu camino” o ir a una de esas disco que están cerca de Baquedano y chuparle el pico a algún transformista que tenga una enfermedad veneria, culiar como perro frente a la iglesia católica. Entrenarme con las maracas de San Camilo y que un paco me lleve presa a las 4 de la mañana y que luego cuando esté en el retén todo ellos, juntos, me culeen hasta que me destrocen el cuerpo, las piernas, mis manos, la boca, mi sexo, mi alma... De tanto culiarme.
Fragmento.
Daniel H.B.
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