martes, 21 de septiembre de 2010

…DE NOMBRE JUANA.

Ayer las sabanas eran rojas o naranjas y tu boca se transformaba mía.
Y yo que me quedaba
O no se, se que las sabanas eran naranjas, húmedas, jadeantes, solas. Mías.
Aquí / Ayer…no se.
Podré a veces.
Creo que hoy me perdí.
Y se que las sabanas eran naranjas.
Y los brazos fueron uno.
O tres y que a ratos esa boca.
“Rota de los ojos” como dice la Antigona
Que se fue al exilio, que vuelve toda.
Que miente y sangra cada 30 días.
Yo no miento cada 30 días.
Yo te odio cada 30 días.
Y te tengo cada 15 días.
Y cuando te marchas vuelves al 5to día.
Y yo estaré frió o muerto.
Solo
Una.
Porque ahí va la abandonada por los otros
Aquí una madre de los estribos
Sola y sin hijos se queda la doña Juana
Parada en la esquina sola con las sabanas naranjas.
Me acuerdo que las sabanas eran naranjas
Las probé con mi lengua
Me trague cada centímetro de esas sabanas
Cada centímetro de tu boca
De tu lengua
De tus manos
De tu cara
Me comí toda tu cara y tu la mía
Y yo lo otro y ahí adentro nos quedamos
Te quedaste
Me quede
Creo que todos se quedan: dice la Juana 3 cocos que va en la esquina
La maraca le podrían decir
Pero no es maraca
Es de las maracas buenas
De esas que se lavan sentaditas en el baño
Que se come la lengua
Que se traga la leche del marido caliente
Ella
La Juana
La Juana se va a enfermando y yo la miro
La Juana se va a morir, se va morir
Solita y cantando
Y llorando
Por abandona
Por sola
Por ella
Por solita la Juana.

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